Capítulo Diez de este Comentario
“Los mil años” de Apocalipsis
Comúnmente conocidos como el MILENIO
Apocalipsis 20:1-10
Parte 1
Un ángel ata a Satanás en el abismo por mil años.
¿Cuánto tiempo abarca el Milenio? Definitivamente, no toda la Era Común (Edad cristiana).
Pintura por Pat Marvenko. Derechos reservados. .
Durante su ministerio terrenal, ¿ató Jesucristo a Lucifer-Satanás de una vez para siempre? ¡NEGATIVO!
Los roles de Lucifer-Satanás durante el Milenio. Su rol de “gran dragón escarlata”. Su rol de “león rugiente”.
“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años.” Apocalipsis 20:1-2
El vocablo “Milenio” no aparece en la versión Valera de las Sagradas Escrituras. “Milenio” significa “mil años”, y “mil años” es el término específico que encontramos en Apocalipsis 20:1-10, siendo este pasaje el único donde se halla en Apocalipsis, apareciendo siete veces.
A continuación, el texto completo de Apocalipsis 20:1-10.
(1) “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.
(2) Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
(3) y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos los mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
(4) Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
(5) Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
(6) Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
(7) Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,
Satanás encerrado en el abismo. Pintura por Pat Marvenko. Derechos reservados.
(8) y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.
(9) Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.
(10) Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”
Un ángel ata a Satanás en el abismo por mil años.
El ángel “que prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás… lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo”. Apocalipsis 20:2-3
I. La Primera Escena de Apocalipsis 20:1-10.
A. “Vi a un ángel que descendía del cielo”. Apocalipsis 20:1
1. “…un ángel.” Este mensajero de Dios desciende del cielo con la misión específica de atar a Lucifer-Satanás por mil años. Apocalipsis 20:2
2. El “ángel” desciende “del cielo”, y asumimos que descendiera al planeta Tierra material, ya que Satanás se encuentra en esta Tierra desde que fuera lanzado del cielo al triunfar Cristo sobre él en la cruz. Apocalipsis 12:7-13. De haber ocurrido literalmente tal visita del ángel a esta Tierra, no la percibiría ninguna persona, pues los ángeles son seres espirituales invisibles para los humanos, a menos que se encarnen, como en el caso de los ángeles que aparecieron a Abraham. De todos modos, se trata de un encuentro entre seres espirituales, es decir, entre, por un lado, “un ángel” al servicio de Dios, y por el otro, Lucifer-Satanás, el enemigo capital de Dios.
B. “…con la llave del abismo…”
1. “…la llave”, o sea, el poder para abrir y cerrar.
2. El “abismo” es el lugar donde fueron echados “los ángeles que pecaron”, siendo sinónimo del “infierno” o las “prisiones de oscuridad”. 2 Pedro 2:4
C. “…y una gran cadena en la mano.”
1. No es pequeña ni floja la “cadena” sino grande y fuerte.
2. Desde luego, no hemos de pensar que se trate de una “gran cadena” literal, elaborada de eslabones gruesos de hierro o acero inoxidable. Metafóricamente, diríase que la “gran cadena” simboliza el gran poder que tiene Dios para sujetar inmóvil a Satanás, o restringir su radio de acción.
D. “Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él.” Estas acciones comprueban la plena potestad que Dios tiene sobre Lucifer-Satanás. Este ser malévolo siempre está a la merced del único Dios verdadero, el Todopoderoso. Así que, si al Creador Supremo le place encerrarlo, bien sea por algún tiempo limitado o siempre, lo puede hacer, sin dificultad alguna, cuándo y cómo quisiera. ¿Quién es capaz de romper el “sello” que Dios ordena poner sobre Satanás? ¡Ni Satanás mismo!
1. El “ángel” de esta Escena realiza exitosamente su misión, atando a Satanás. No solo lo ata sino también lo arroja al abismo, encerrándolo y poniendo “su sello sobre él”.
a) “Prendió… ató… arrojó… encerró… puso su sello.” Estos vocablos no son meros términos retóricos, acaso descriptivos de alguna visión puramente esotérica, la que en nada afecte realidades en la tierra, sino verbos que señalan acciones actuales realizadas por Dios, mediante su ángel, contra el gran enemigo Lucifer-Satanás.
b) Efectivamente, estas medidas LIMITAN a Satanás en sus ejecutorias, trabándolo durante el tiempo determinado por Dios, el cual se cuantifica como “mil años”.
c) De estas revelaciones desprende la siguiente deducción necesaria, a saber: A Satanás no se le concede la misma medida de poder durante toda la Era Común, pues la visión de los “mil años” identifica y define una etapa cuando él está atado y encerrado en el abismo, mientras que antes de los “mil años”, al igual que después, él está suelto.
2. “…por mil años”, periodo comúnmente llamado “el Milenio” en el lenguaje de teólogos, comentaristas, maestros y predicadores.
Interesantemente, el vocablo “Milenio”, tal cual “Apocalipsis” y “Apocalíptico”, se conoce y se usa comúnmente en las jergas y los medios de comunicación y entretenimiento de no pocos idiomas de actualidad, por ejemplo, los cómicos, particularmente, de categoría anime, juegos de video, obras de largometraje, etcétera.
“Millennium Falcon” es el nombre de la ficticia nave estelar de carga liviana YT-Corellian que capitanea Han Solo en la serie de películas Guerras de las Galaxias.
Y tal cual “Apocalipsis” y “Apocalíptico”, el verdadero significado y las aplicaciones correctas de “Milenio” son, lamentablemente, o completamente desconocidos o distorsionados y mal aplicados por una mayoría de los escritores y maestros de tiempos modernos. Consiguientemente, la mayoría de los cristianos, cualquiera sea su confesión de fe, se hace solidaria de interpretaciones carentes de fundamento bíblico, aun de sentido común en no pocos casos.
Por cierto, en el contexto de la Era Común que está desplegándose hoy día en pleno siglo XXI, su drama conmovedor y valor pragmático para la humanidad son infinitamente más importantes que su significancia en el mundo del entretenimiento.
II. ¿Cuánto tiempo abarca el Milenio?
A. Tal cual los demás “tiempos” de Apocalipsis, este período de “mil años” sería, sin duda, simbólico, por lo menos hasta cierta medida. No encontramos en los detalles de la “revelación” razón alguna para interpretarlo literalmente, es decir, como mil años exactos de tres cientos sesenta y cinco días cada uno, ni un día menos ni un día más.
Otros “tiempos” apocalípticos son: “cuarenta y dos meses” equivalentes a “mil doscientos sesenta días” (Apocalipsis 11:2; 13:5), “tiempo y tiempos y mitad de tiempo” (Apocalipsis 12:13), “cinco meses” (Apocalipsis 9:5, 10), el “poco de tiempo” (Apocalipsis 20:3), “una hora” (Apocalipsis 14:15; 17:12; 18:10), “media hora”(Apocalipsis 8:1), y “diez días” (Apocalipsis 2:10).
Todos estos tiempos se interpretan de acuerdo con los parámetros fijados por el contexto particular de cada uno. Así razonamos. De otro modo, carecerían de significado y relevancia.
B. Comparando los “mil años” con el tiempo de “mil doscientos sesenta días” (“años proféticos” de Apocalipsis 11:3), con el tiempo de “una hora” cuando los “diez cuernos” entregan su poder a la bestia (Apocalipsis 17:12), y, además, con el “poco de tiempo” antes del fin del universo y del tiempo mismo (Apocalipsis 20:3), se deduce que el Milenio sea, probablemente, un periodo comparativamente largo. Con todo, tengamos siempre presente que “para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”. 2 Pedro 3:8. Se hace difícil, pues, determinar, con alguna aproximación acertada, la duración del Milenio.
C. Ahora bien, definitivamente, el Milenio no abarca toda la Era Común (La Edad Cristiana, para los cristianos). Consideremos.
1. Antes del Milenio, Satanás está suelto. Durante el Milenio, él está atado. Después del Milenio, él será suelto de nuevo. Todo esto ocurre durante la Era Común. Por lo tanto, resulta del todo imposible que el Milenio abarque toda la Era Común. Conforme a las circunstancias de la visión, el Milenio es la Segunda Etapa de tres etapas, obviamente distintas, que encierran nuestra Era.
a) Primera Etapa de la Era Común: Satanás está suelto, y a consecuencia de ello las “naciones”, engañadas por él, persiguen a la iglesia verdadera, como también a otras iglesias y religiones.
b) Segunda Etapa de la Era Común: los “mil años”. Satanás está atado. Las “naciones” (reinos, gobiernos o poderes seculares) no están bajo su dominio; la iglesia verdadera no es perseguida, fantástica bendición que se le concede durante el Milenio.
c) Tercera Etapa de la Era Común: el “poco de tiempo”. Cumplidos los “mil años”, Satanás “debe ser desatado por un poco de tiempo”. De nuevo, las “naciones” se dejan engañar por él, y, de nuevo, se levantan en contra de Dios, persiguiendo a la iglesia verdadera.
2. Así que, después del Milenio, transcurre el “poco de tiempo”.Apocalipsis 20:3. Por consiguiente, resulta axiomático que el Milenio NO abarca toda la Era Común. ¿Abarca los “mil años” el “poco de tiempo”? ¡Negativo! El “poco de tiempo” sucede a los “mil años”.
3. Estos hechos y argumentos son contundentes e irrefutables. Definitivamente, el Milenio no comprende toda la Era Común. Afirmar lo contrario sería obviar la clara enseñanza del pasaje, cayendo el expositor que lo haga en confusión y errores exegéticos.
Durante su ministerio terrenal, ¿ató Jesucristo a Lucifer-Satanás de una vez para siempre? ¡NEGATIVO!
D. En apoyo a la tesis según la que el “Milenio” sea sinónimo de toda la Era Común, se afirma que Cristo, finalizados los cuarenta días de ayuno en el desierto, al no ceder él a las tres fuertes tentaciones a las cuales fue sometido, ató, efectivamente, a Lucifer-Satanás .
Adicionalmente, se argumenta que Mateo 12:29 sostiene la tesis. Jesucristo dice:
“Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.”
Haciendo Cristo no pocos milagros, entre ellos, echar fuera a demonios, se arguye que el Señor entrara “en la casa” de Satanás, atándolo. Se argumenta que el verbo “ata” en Mateo 12:29 es el mismo utilizado en Apocalipsis 20:2, concluyéndose que Satanás fuera atado al principio del ministerio de Cristo y que permaneciera en tal estado durante toda la Era Común. Quienes respaldan esta línea de interpretación aseguran que el evangelio de Cristo es el poder que ata a Satanás durante toda la Era Común.
Encontramos defectuosos estos argumentos y estas conclusiones por las siguientes razones:
1. En primer lugar, “demostrar el poder de atar” y “atar real y verdaderamente durante toda la Era Común, aun hasta el fin del universo y del tiempo mismo”, son dos acciones distintas. Consideremos. Durante su ministerio terrenal, Cristo demostró convincentemente su potestad sobre Satanás, resistiendo sus tentaciones, echando fuera demonios y triunfando, al resucitar de entre los muertos, sobre el Hades y la muerte misma. Mas, sin embargo, qué conste: durante su ministerio terrenal, ¡no lo ató de una vez para siempre! Al contrario, lo dejó suelto, concediendo Dios a Satanás autoridad y poder para la realización de magnas obras de iniquidad, aun de las más escalofriantes y horribles, tales como:
La crucifixión del Mesías. (b) Guerras contra Israel, las cuales desembocaron en la destrucción de Jerusalén, con su grandioso templo, y también en la muerte de millones de judíos. (c) La manifestación de “señales y prodigios mentirosos”. (d) Engañar a las naciones hasta el inicio del Milenio. (e) Torturar y matar a muchísimos cristianos a través de largos siglos. (f) Levantar y fortalecer a “la gran ramera”. (g) Incitar a interminables guerras, incluso muchas guerras religiosas. (h) Hundir a los pueblos en la tragedia de la Edad Oscura. (i) Engañar a las naciones durante el “poco de tiempo”, etcétera, etcétera.
a) Consideremos. Cristo venció personalmente al Hades. Hechos 2:31. Mas, sin embargo, el Hades sigue hasta el fin del tiempo. Apocalipsis 1:18; 6:8; 20:13
b) Cristo venció personalmente la muerte. Apocalipsis 1:18; Hebreos 2:14-15; 1 Corintios 15:55. Mas, sin embargo, la muerte sigue segando la vida de los seres humanos hasta el día de hoy, siendo la muerte el “postrer enemigo que será destruido”. 1 Corintios 15:26
c) Asimismo, Cristo personalmente “ata” a Lucifer-Satanás. Sin embargo, el “adversario” Satanás, “como león rugiente, anda alrededor, buscando a quien devorar”. 1 Pedro 5:8
d) Conclusión: Cristo demostró personalmente, de manera inequívoca y fulminante, su potestad sobre el pecado, el Hades, la muerte y Satanás, asegurando su eventual triunfo absoluto sobre todas las fuerzas de maldad. Sin embargo, para el cumplimiento de los designios de Dios, estas fuerzas siguen manifestándose en la tierra hasta el fin del universo y del tiempo, no exceptuándose el Milenio.
2. La realidad es que Lucifer-Satanás seguía suelto en la tierra aun durante el ministerio de Jesucristo. ¿No engaña él a la inmensa mayoría de los judíos, aun a casi todos los seguidores del Señor? ¿No engaña él a los romanos que gobernaban a Israel durante el ministerio de Jesús, incluso al Procónsul Pilato, y también a los soldados romanos que azotaron a Jesucristo, se burlaron de él y terminaron clavándole en la cruz?
3. Al triunfar Cristo en la cruz sobre “los principados y las potestades” (Colosenses 2:15), Satanás es arrojado del cielo (Apocalipsis 12:7-13) a la tierra y “una gran voz en el cielo” exclama: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Apocalipsis 12:12
Este evento, acentuado por la exclamación sombría “¡Ay de los moradores de la tierra…!”, ciertamente enseña que Satanás no estaba atado al ser echado del cielo después de la “guerra en los cielos” que ocurrió antes de la ascensión de Cristo al cielo, sino que descendió “con gran ira” precisamente a la tierra, dedicándose aún más diligentemente a perseguir a Israel según la carne, como también a “la descendencia” de la mujer vestida del sol, o sea, a la iglesia verdadera de Jesucristo. Apocalipsis 12
4. Según Apocalipsis 13, Satanás entrega su poder a la “bestia” que sube del mar, a la segunda “bestia” que “subía de la tierra” y a “la imagen de la bestia”.
Anda suelto durante los primeros cuatro siglos de la Era Común, instigando al Imperio Romano a perseguir a la iglesia verdadera.
Anda suelto durante la Edad Media, manifestándose libre y ferozmente a través de la “gran ramera”, o sea, la “madre iglesia apóstata” y la “imagen” que ella mandó a crear. Apocalipsis 13:11-18.
Anda suelto durante el “poco de tiempo”, engañando de nuevo a las naciones. Apocalipsis 16:12-16; 20:1-3, 7-8.
Mas, ¡no anda suelto durante el Milenio! ¿Lo captamos debidamente?
Los distintos roles de Lucifer-Satanás.
Su rol de “gran dragón escarlata”.
Su rol de “león rugiente”.
5. El “evangelio eterno” (Apocalipsis 14:6) “ata”, en sentido figurado, a Satanás solo en los corazones de quienes acaten los mandamientos del Señor. Los demás seres humanos son presas de él. Por lo tanto, el sabio de espíritu aprecia y obedece la exhortación: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. 1 Pedro 5:8; 1 Timoteo 2:24-26.
Este estado de los contornos morales, filosóficos y espirituales de la raza humana es perene, prevalente y global a través de toda la duración de la Era Común. Aun durante los “mil años” cuando Satanás está encerrado en el abismo. Sí, pues, la semilla del conocimiento del pecado y de la maldad en todas sus manifestaciones nefastas sigue siendo transmitida de generación a generación a todos los humanos durante todo el Milenio. Esto, pese a que son restringidos los poderes del Maligno para engañar y usar a los seres humanos en puestos de influenciar, mandar e implementar, haciéndolo con el propósito de perseguir, torturar y matar a religiosos. Tratándose referidos “seres humanos” mayormente de agentes activistas y militantes en organizaciones sociales-políticas-educativas y en la masiva industria de entretenimiento.
A consecuencia de esta realidad innegable, todos los géneros de corrupción moral, degradación, crimen, guerras también, pogromos y genocidas son practicados por los ciudadanos netamente seculares del mundo en la etapa del Milenio, los que “no” aprueban “tener en cuenta a Dios”, prefiriendo, más bien, “hacer cosas que no convienen”. Romanos 1:18-32
En el contexto de los líderes seculares-políticos del mundo y todas las personas que ejercen autoridad bajo su supervisión, Lucifer-Satanás, suelto antes y después del Milenio, es el “gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; y su cola” arrastra “la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.” Apocalipsis 12:3-4. Él es el “dragón” que da “su poder y su trono, y grande autoridad” a las Bestias de Apocalipsis. Referente a la “segunda bestia”, se observa que “hablaba como dragón”. Apocalipsis 13: 2, 11. De “la boca del dragón” sale uno de los “tres espíritus inmundos a manera de ranas”. Apocalipsis 16:13. Es justamente este mismo “gran dragón escarlata” el ser malévolo que el ángel de Dios prende, ata y arroja “al abismo”, dejándolo encerrado allí durante el Milenio. Apocalipsis 20:2-3
Por otro lado, en el contexto de los seres humanos individuales durante toda la Era Común, Lucifer-Satanás es “como león rugiente” que “anda alrededor buscando a quien devorar”, tanto dentro como fuera del Reino de Dios en la tierra en su manifestación de la iglesia edificada por Cristo. “…a quien”, a quienquiera que sea, a cualquier alma descuidada, para devorarla. El tema de 1 Pedro 5:8 no es “las naciones, los gobernantes seculares-políticos, las gentes y entidades con autoridad, sea cual sea tal autoridad” sino seres humanos individuales.
Desde luego, “gran dragón escarlata” y “león rugiente” son metafóricos, representativos de características, poderes y acciones de Lucifer-Satanás quien es un ser espiritual, un ángel caído, que existe como una entidad espiritual que tiene forma y apariencia en las dimensiones espirituales. Tal y como el propio Dios Creador, su Hijo Cristo Jesús, y los ángeles que les sirven también tienen forma y apariencia. Juan 5:37; 6:46; 8:38; Daniel 10:10-14
Él no es una entidad amorfa, panteísta presente literalmente todo el tiempo, a la misma vez y en todo rincón del planeta Tierra ante todo ser humano. Sojuzgando y devorando él mismo a almas descuidadas y/o corruptas en todos los países de Sur, Centro y Norte América, el Caribe y España, todas a la misma vez.
Más bien, Lucifer-Satanás hace sus roles de “dragón escarlata” y “león rugiente” mediante el vasto conocimiento de la maldad en sus infinitas ramificaciones y aplicaciones que todos los seres humanos normales obtienen en uno u otro grado al alcanzar la etapa en su desarrollo de poder distinguir entre el Bien y el Mal, decidiendo cual de los dos servir. Hace sus roles mediante pensamientos y filosofías malos, tenebrosos, falsos, humanísticos, egoístas, supersticiosos, violentos, barbáricos, y sádicos internalizados e implementados por seres humanos engañados, depravados, hedonistas, megalomaníacos, y criminales. Sin embargo, su presencia y poderes se reducen a cero y él se huye de cualquier personal que le rete con vigor persistente, resistiéndolo poderosamente, una y otra vez, cuantas veces sea necesario.Santiago 4:7
6. Según las visiones de Daniel y Apocalipsis, transcurren etapas durante la Era Común cuando los santos de Dios son vencidos.
“Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, hasta que vino el Anciano de días… y los santos recibieron el reino”. Daniel 7:21-22
Tratándose de los “Dos Testigos” de Apocalipsis 11, se dice: “Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará”. Apocalipsis 11:7
A la Primera Bestia de Apocalipsis 13 se le permite “hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.” Apocalipsis 13:7
¿Con qué lógica postular, pues, que el evangelio puro del Señor ate a Satanás durante referidos tiempos? Prácticamente, ¡sucede todo lo opuesto! Es decir, el evangelio queda rechazado, falsificado enteramente, pervertida toda doctrina. A enormes masas de los seres humanos se les priva de la Biblia. Se extingue casi del todo la luz divina de la Verdad y el Reino de Dios sobre la tierra, compuesto de cristianos verdaderos y fieles, se reduce a un pequeño remanente. Precisamente, todo esto ocurrió durante los largos y oscuros siglos de la Edad Media. Y se repite durante el “poco de tiempo” cuando los “Dos Testigos”, puesto fin a su “testimonio”, son muertos.
El texto y la composición de este documento por Homero Dewayne Shappley.
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