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Capítulo Nueve de este Comentario

La relevancia y el cumplimiento de Apocalipsis
continúan en el siglo 21.

“Las siete copas de oro, llenas

de la ira de Dios” contienen

“Las siete plagas postreras”

Los Capítulos 15 y 16 de Apocalipsis

 

Acto 6

 

Cuarta y Quinta Plagas

Cuarta Copa-Cuarta Plaga

Hombres y mujeres quemados con el gran calor del sol

D. La Cuarta Copa de ira (la Cuarta Plaga): al sol le “fue dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor”. Apocalipsis 16:8-9

1. Esta Cuarta Plaga no la encontramos paralela con la Cuarta Trompeta por las siguientes razones.

a) Al sonar la Cuarta Trompeta, se oscurece la tercera parte del sol, de la luna y de las estrelles. Opacados en una tercera parte, estos cuerpos celestiales alumbran menos. Opacado el sol en una tercera parte, su calor es menos.

b) En cambio, al derramarse la Cuarta Copa de ira, el efecto del sol en los hombres es mucho más directo y severo. Lejos de menguarse el calor del sol, ¡“los hombres se quemaron con el gran calor”!

2. ¿Cómo será implementada esta Cuarta Plaga?

a) En la actualidad, ¿no es discutido mucho el asunto del “calentamiento global”? Muchos científicos aseguran que está incrementándose poco a poco el promedio de la temperatura de la tierra en todo el mundo. En algunos lugares, los glaciares se están desapareciendo. También, se reduce la expansión de la capa del hielo que cubre el Polo Norte.

b) Además, no pocos hombres de ciencia advierten el gran peligro que representa la disminución de la capa de ozono, condición que expone al ser humano a más radiación solar, la que causa cánceres de la piel.

c) Al empeorarse considerablemente estas condiciones, ¿no se quemarían los hombres, literalmente, “con el gran calor” del sol?

d) Los cosmólogos nos informan que el sol mismo siempre está fluctuando en intensidad. ¿Qué tal si de repente aumentara descomunalmente su calor? ¡El resultado para la tierra y sus habitantes sería sumamente desastroso!

¿No es la Divinidad capaz de hacer que aumente grandemente el calor del sol?

 

Quinta Copa-Quinta Plaga

El trono de la bestia se cubre de tinieblas

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E. La Quinta Copa de ira (la Quinta Plaga): “El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas”. Apocalipsis 16:10

1. “…sobre el trono de la bestia.”

a) “…el trono...” Es decir, sobre el centro de mando. Quizás la capital del reino de “la bestia”. O el lugar, cualquiera que sea, donde se concentre el poder del reino de “la bestia”; donde la mayoría de los poderosos del reino ejerza su función.

b) “…la bestia...”

(1) Se trata del ser simbólico que representa, en términos generales, a todo gobierno engañado por Satanás y confabulado con religiones o filosofías falsas y ruinas.

(2) Conforme al contexto de estas “siete plagas postreras” y la consumación de la ira de Dios, esta “bestia” sería su manifestación como el octavo rey, siendo este, a su vez, lo mismo que el “cuerno pequeño”.

O sea, está en las miras el conjunto de poderes seculares-materiales-políticos que se levantarán durante el “poco de tiempo” en oposición acérrima a Dios y su pueblo.

2. “…su reino se cubrió de tinieblas.”

a) ¿Son literales estas “tinieblas”? Por cierto, no faltan razones para interpretarlas como literales. Consideremos:

(1) Jehová trajo sobre el obstinado pueblo de Egipto una plaga de “densas tinieblas”, tan densas que “ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días”. Éxodo 10:21-25. Así que, ¡tinieblas literales! Como en una cueva bien adentro, sin una centella de luz. Tan oscuro que no se ve ni siquiera la mano frente a la cara.

(2) Por el espacio de tres horas, “hubo tinieblas sobre toda la tierra” de los judíos en el día cuando fue crucificado el Señor Jesucristo. Lucas 23:44-45. De nuevo, se trata de un fenómeno de ¡densas tinieblas literales!

(3) Dados estos casos, ¿ha de considerarse cosa extraña que Dios, al consumar su ira en los durísimos pecadores impenitentes de los últimos días, traiga sobre ellos una plaga literal de “tinieblas” literales?

b) ¿Tinieblas materiales o tinieblas retóricas? 

Inherentemente, el reino de “la bestia” es un reino de tinieblas espirituales y morales.

Por naturaleza, su reino está cubierto día y noche de este tipo de “tinieblas”, en sentido retórico.

Los seres humanos poderosos representados por “la bestia” viven en medio de “tinieblas” espirituales y morales, recreándose en medio de ellas. Aman “más las tinieblas que la luz”. Juan 3:19

Durante los últimos días del “poco de tiempo”, las “tinieblas” de esta misma índole alcanzan una densidad espantosa. Por tanto, razonamos que no es preciso que Dios traiga una plaga de “tinieblas” espirituales y morales sobre aquella última generación, pues ¡ella se la trae sobre sí misma por sus propios pensamientos malos acciones pecaminosas! 

Por cierto, los integrantes de aquella última generación son de la noche, perteneciendo a las tinieblas espirituales y morales de maldad. 1 Tesalonicenses 5:4-8

Estas consideraciones nos persuaden a concluir que ha de entenderse como material la plaga de “tinieblas” que traerá Dios sobre la humanidad en algún momento futuro, cercano al Segundo Advenimiento de Cristo.

3. Referente a la duración de estas cinco plagas, no es preciso asumir que, una vez iniciadas, continúen hasta el momento de la destrucción total de la tierra.

Recordemos que las plagas traídas sobre Egipto duraron, cada una, por un tiempo determinado –horas, o días, y no meses ni años- y luego cesaron.

Opinamos que lo mismo suceda en el caso de “las plagas postreras”. Es, pues, posible que duren poco tiempo, quizás horas, quizá unos días, semanas o meses.

Comoquiera que sea, su efecto será desastroso, teniendo, probablemente, repercusiones que se hagan sentir hasta el fin del universo y del tiempo.

F. La Sexta Copa de ira (la Sexta Plaga). Apocalipsis 16:12-16.

La interpretación de la Sexta Plaga se presenta en:

La Parte 2 del Capítulo Dos de este Comentario. “Tres espíritus inmundos a manera de ranas… van a los reyes de la tierra en todo el mundo, engañándolos. Se trata de todos los gobernantes de todas las naciones y reinos seculares-materiales-políticos.

http://www.editoriallapaz.org/apocalipsis_2_2.htm

Y en la Parte 3 del Capítulo Dos. Las naciones seculares-políticas engañadas se reúnen en Armagedón para la batalla final contra Dios y los cristianos.

http://www.editoriallapaz.org/apocalipsis_2_3.htm

G. La Séptima Copa de ira (la Séptima Plaga). Apocalipsis 16:17-21. La interpretación de la Séptima Plaga también se encuentra en el Capítulo Dos. 

“…un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.

http://www.editoriallapaz.org/apocalipsis_2_4.htm

 

Reacciones de los depravados impenitentes
a las plagas

III. Reacciones de los pecadores empedernidos a las plagas de los últimos días: 

See the source image“…y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloriamordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras”. Apocalipsis 16:9-11

A. Qué conste: quien “tiene poder sobre estas plagas” es Dios, y no Satanás.

“…blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas…”. Apocalipsis 16:9. ¿Quién tiene “poder sobre estas plagas”? Reiteramos: el propio Dios.

Mas, ¿no se encierra Dios mismo en su templo en el cielo durante el derramamiento de “las siete plagas postreras”?

De cierto, esto es lo que se revela en Apocalipsis 15:5. La aparente contradicción desaparece cuando tomamos en cuenta el hecho de que Dios delega a su Hijo, como también a sus ángeles, la ejecución de muchas obras profetizadas en Apocalipsis.

B. ¿Por qué trae el Señor Todopoderoso estas terribles plagas sobre los pecadores vivos durante los últimos días de la tierra?

No lo hace arbitraria ni maliciosamente sino con el propósito positivo y constructivo de hacer que se arrepientan y le glorifiquen.

Su intención positiva es implícita en la expresión “…y no se arrepintieron para darle gloria.

Obviamente ¡Dios quiere que se arrepientan! No quiere destruirlos.

Lastimosamente, no se arrepienten, y, por ende, no dan gloria a Dios. Al contrario, ¡blasfeman!

C. “…blasfemaron el nombre de Dios…” 

Recalcamos: no se arrepienten.

Este es el mismo cuadro que de ellos se pinta en otros textos apocalípticos, en los que se describe la contumaz rebeldía y obstinación aferrada de los pecadores de los últimos días del mundo. Apocalipsis 9:20-21; 16:21

Mas, sin embargo, en el momento culminante de la consumación de la ira de Dios, cuando se manifieste su poder irresistible mediante “un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra” (Apocalipsis 16:18), etcétera, y cuando aparezca el jinete del caballo blanco con los ejércitos celestiales (Apocalipsis 19:11-21), algunos de estos fuertes pecadores se llenan de terror y ¡confiesan el nombre de Diosdándole gloria sí! Apocalipsis 6:15-17; 11:13

Tristemente, para ellos, la gracia y la misericordia de Dios ya se habían agotado.

Tardaron demasiado en reconocer su grandeza y poder. Lo incitaron a derramar las Siete Copas de ira y “no hubo ya remedio” (2 Crónicas 36:16) para ellos, ni para la tierra dañada por sus obras.

D. Muerden “…de dolor sus lenguas.

A picture containing tree, cave  Description automatically generated1. Tan intensa es la angustia causada por la podredumbre de las aguas y la densidad de las “tinieblas”, tan intenso el dolor causado por las úlceras malignas y el calor del sol, que estos pecadores pierden el dominio de su mente y cuerpo, mordiendo sus lenguas, acción indicativa de insoportable agonía física-emocional-mental.

2. No es de sorprenderse que fuertes plagas literales hagan a las víctimas morder “de dolor sus lenguas”.

Sin embargo, tal no es el efecto de “plagas”, en sentido retórico, de maldad, superstición o ignorancia moral y espiritual en los pecadores impenitentes, pues estos suelen deleitarse en medio de semejantes “plagas”, no teniéndolas ellos por plagas sino recreándose grandemente en medio de su ignorancia y depravaciones de toda suerte.

He aquí otra razón para interpretar como materiales las “plagas postreras”.

 


 

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