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-"El rapto secreto o silencioso": ¿Bíblico o ficticio?
¿Cuándo y cómo ocurre el arrebatamiento de los
santos? DESGLOSE de recursos en esta Web.

APOCALIPSIS

Capítulo Once de
“Exposición detallada de las profecías y visiones”


theoson@earthlink.com Derechos reservados.
Representación material, por el pintor Ted Larson, de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos sobre un "mar de vidrio semejante al cristal", juntos al trono de Dios en el cielo.

“Los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos reinan
sobre la tierra”

“Nos has hecho para nuestro Dios reyes y  sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”
(Apocalipsis 5:10). 

Textos analizados: Apocalipsis 1:6; 4:1-11; 5:1-14; 7:9-17; 15:1-8 y 19:4.  

¿Quiénes pronuncian las palabras: “Nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” ?

      Conforme a Apocalipsis 5:8-10, quienes hacen esta afirmación insólita son “los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos” . “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero… y cantaban un cántico nuevo, diciendo… nos has hecho… reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra .

¿Quiénes son los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos?

¡Seres humanos redimidos y glorificados!

      Se identifican a sí mismos, a lo menos en parte, al decir, en su “nuevo cántico” : “Porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación” (Apocalipsis 5:9). O sea, son seres humanos redimidos . “Nos has redimido… de todo linaje y lengua y pueblo y nación.” No son ángeles; tampoco alguna nueva creación de seres celestiales. Los linajes, lenguas, pueblos y naciones aludidos pertenecen a la tierra, y no a las regiones celestiales. La “sangre” del Cordero redime a los seres humanos en la tierra que le obedecen. Por lo tanto, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos son seres humanos redimidos .

      Además, claramente son identificados en Apocalipsis 4:4-11 y 7:9-17.

1.  Los veinticuatro ancianos están “vestidos de ropas blancas (Apocalipsis 4:4). También están “vestidos de ropas blancas los “de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas” que componen la “gran multitud” (Apocalipsis 7:9). El “lino fino, limpio y resplandeciente… es las acciones justas de los santos (Apocalipsis 19:8). Los “ejércitos celestiales” que acompañan a Cristo en su Segunda Venida están “vestidos de lino finísimo, blanco y limpio (Apocalipsis 19:14). Las “ropas blancas” , como además, el “lino finísimo, blanco y limpio” , son prendas incomparables dadas a seres humanos redimidos y glorificados. Los veinticuatro ancianos lucen este mismo tipo de prenda, evidencia circunstancial muy fuerte, en verdad, prácticamente contundente, que señala hacia su identidad como pertenecientes al mismo género, o sea, a la raza humana.

2.  De la manera que los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos son “de todo linaje y lengua y pueblo y nación” (Apocalipsis 5:9), asimismo la “gran multitud” proviene “de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas” (Apocalipsis 7:9). Todos provienen de la tierra. No tienen su origen en el cielo sino en la tierra.

3.  ¿Quiénes integran la “gran multitud” que estaba “delante del trono y en la presencia del Coerdero” (Apocalipsis 7:9)? Precisamente, esta misma pregunta se la hace uno de los veinticuatro ancianos al apóstol Juan. Tengamos presente que los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes ya se identificaron a sí mismos como de entre los redimidos de la tierra. “Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? El apóstol Juan responde: “Señor, tú lo sabes” . Y el anciano replica: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero (Apocalipsis 7:13-14). El “anciano” los conoce, identificándolos para el apóstol Juan. Según su explicación, la “gran multitud” la integran cristianos que estaban en la tierra, pero ya no, pues murieron en Cristo, saliendo “de la gran tribulación” . La sangre de Cristo los redimió, y ahora están a salvo eternamente al haber perseverado hasta el fin. No es de sorprenderse que el anciano los reconozca, pues él, juntamente con los restantes veintitrés ancianos, también se cuentan entre los que han sido redimidos por Cristo.

-¿Qué “gran tribulación” es esta? Al referirse el anciano a “la gran tribulación” , sin duda, el apóstol Juan no tenía necesidad alguna de pedir una explicación detallada, pues ya él mismo padecía, en carne viva, “tribulación” . “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la TRIBULACIÓN , en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo (Apocalipsis 1:9). “Copartícipe” implica, ciertamente, que también las iglesias de Asia padecían “tribulación”. Los tesalonicenses recibieron “la palabra en medio de GRAN TRIBULACIÓN , con gozo del Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 1:6). El apóstol Pablo sufría “tribulación” . “Bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación” (Filipenses 4:14). “La gran tribulación” para la iglesia comenzó en el Siglo I , y duró , primero bajo los judíos y romanos, luego bajo la iglesia apóstata y los gobiernos por ella engañados, hasta la victoria de Cristo sobre los “diez cuernos” . A la luz de los textos citados y los hechos históricos, ¿con qué razón o lógica se pauta “la gran tribulación” para el futuro después del presente tiempo (principios del Siglo XXI)? Quienes lo hacen obvian claros datos bíblicos e históricos. Durante el “poco de tiempo” la iglesia sufrirá, de nuevo, mucha “tribulación” (Apocalipsis 6:11; 11:3-10; 20:7-10), pero no perdamos de vista que la iglesia ya ha sufrido grandes y terribles tribulaciones , dando su vida por la fe no pocos cristianos.

Los cuatro seres vivientes, los veinticuatro ancianos y la gran multitud, todos pertenecen a los redimidos que salen “de la gran tribulación” , triunfando en Cristo “hasta la muerte” .

 

¿Dónde se encuentran los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cuando pronuncian las palabras “reinaremos sobre la tierra” ? En el cielo, en la presencia de Dios y del Cordero.

      “He aquí una puerta abierta en el cielo ; y la primera voz que oí… dijo: Sube acá… y he aquí, un trono establecido en el cielo … Y alrededor del trono había veinticuatro tronos ; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos … y junto al trono, y alrededor del trono cuatro seres vivientes … Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono cuatro seres vivientes …” (Apocalipsis 4:1-6). “Los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono (Apocalipsis 4:10). “Oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos (Apocalipsis 5:11).

1.  Tanto los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos, como además la gran multitud, están “alrededor del trono” (Apocalipsis 4:4), sobre un piso sumamente extraordinario, pues es “como un mar de vidrio semejante al cristal” (Apocalipsis 4:6). Están “delante del trono y en la presencia del Cordero” (Apocalipsis 7:9). Encontrarse en el mismo lugar celestial no prueba que todos integren la misma especie de seres, pero no deja de ser un hecho que los coloca a todos allá, y no acá en la tierra.

2.  Se unen a ellos “todos los ángeles” . “Oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono , y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones (Apocalipsis 5:11). “Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono , y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes” (7:11). Los ángeles no están en la tierra; pues, tampoco los cuatro seres vivientes o los veinticuatro ancianos, ya que todos se encuentran en el mismo lugar.

 

¡Veinticuatro TRONOS en el cielo!

      Estando en el cielo, ¿dónde se sientan los veinticuatro ancianos? “Y alrededor del trono había veinticuatro tronos ; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos …” (Apocalipsis 4:4) ¡Se sientan en “TRONOS” ! ¿Dónde están los “tronos” ? ¡En el CIELO, “alrededor del trono” de Dios! Reiteramos una y otra vez: ¡no están en el planeta Tierra sino en el CIELO!

¡Veinticuatro CORONAS!

      ¿Qué tienen los veinticuatro ancianos en sus cabezas? ¡ “CORONAS” ! ¡Tienen CORONAS EN SUS CABEZAS! (Apocalipsis 4:4,10) ¿Y dónde están, con sus coronas en sus cabezas? ¡En el CIELO, sobre TRONOS, alrededor del trono de Dios! Tienen coronas y tronos.

-¿Cuándo reciben coronas y tronos? En las visiones del apóstol Juan, al tomar el Cordero el “libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos” (Apocalipsis 5:1-7), “los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postran delante” de él “diciendo… nos has hecho… reyes y sacerdotes (Apocalipsis 5:8-10). ¿Cuándo fueron hechos “reyes y sacerdotes” ? ¿Cuándo fueron coronados, recibiendo tronos?

-El apóstol Juan, saludando “a las siete iglesias que están en Asia” (Apocalipsis 1:4), ensalza al Señor, diciendo: “nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre” (Apocalipsis 1:5-6). “Nos hizo” ; tiempo pasado, obra ya realizada. El apóstol Pedro afirma lo mismo al escribir que la iglesia en la tierra es “real sacerdocio” (1 Pedro 2:9). “Real” ; de “realeza”, es decir, no solo sacerdotes sino también de la realeza, de la realeza espiritual. En su vida terrenal, el cristiano verdadero es “sacerdote” de Dios “para ofrecer sacrificios espirituales” (1 Pedro 2:5), y, además, es “rey”. De la manera que los “sacrificios” son “espirituales” , también es “espiritual” su poder de “rey”. En la tierra, el cristiano fiel es “rey” sobre su propia vida, conciencia, mente, alma y espíritu, ejerciendo dominio en las dimensiones sociales, morales y espirituales de su vida. El rango de “rey” implica “vestimentas reales, cetro, corona”. Desde luego, en este contexto la terminología es retórica, pues se trata de condiciones y circunstancias esencialmente espirituales. Además, mientras esté el cristiano en cuerpo de carne y sangre, si reincide en el pecado ¡ya no es “rey” o “sacerdote” para Dios!

-En cambio, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos vencieron hasta el fin, muriendo “en el Señor” . Por consiguiente, ¡son hechos “reyes y sacerdotes” en el cielo, recibiendo coronas y tronos reales en el CIELO ! “La segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:6). Subrayamos: “serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán” , o sea, también serán reyes. “Serán” ; tiempo futuro. ¿Cuándo “serán” reyes? Se sobreentiende que al resucitar en la primera resurrección . Estando en la tierra, eran reyes y sacerdotes espirituales hasta morir en Cristo. Luego, son resucitados, recibiendo nuevos cuerpos transformados (Apocalipsis 20:4-6; 1 Corintios 15:35-58), llegando así a ser reyes y sacerdotes en el cielo. ¿Cuándo son coronados, recibiendo tronos? Cuando resucitan en la primera resurrección y entran a la presencia de Dios y del Cordero en el cielo.

-Es evidente que no reciben tronos y coronas antes de la primera resurrección , pues antes de resucitar son espíritus sin cuerpo, “desnudos” , como explica Pablo, habiendo salido de su “morada terrestre” , pero no habiendo sido aún “revestidos de aquella habitación celestial” (2 Corintios 5:1-10), o sea, del cuerpo resucitado y transformado. Los espíritus de los justos que mueren “en el Señor” van primero al Paraíso ( “el seno de Abraham” ) en el Hades (Lucas 16:19-31; 23:43), de donde salen luego y se unen al nuevo cuerpo resucitado y transformado en la resurrección.

 

¡Preparados para reinar!

      Al recibir coronas y tronos, cuentan con la autoridad necesaria para reinar . Apocalipsis 4:4 representa a los veinticuatro ancianos sentados sobre veinticuatro tronos, con sus coronas en sus cabezas. Están preparados para reinar. ¿Iniciarían su reinado milenario sin antes haber sido constituidos “reyes y sacerdotes” , recibiendo tronos y coronas? ¡Negativo! Debidamente reconocidos y comisionados, proclaman: “Reinaremos sobre la tierra” (5:10). Están en el cielo cuando lo proclaman en la última línea de su “nuevo cántico” en honor al Cordero.

-No cantan: “Volveremos al planeta Tierra y reinaremos, literalmente, sobre la tierra por mil años exactos” .

-No cantan: “Reinaremos mil años en la tierra después de la Segunda Venida de Cristo” .

-No cantan: “Trasladaremos nuestros tronos a la tierra para reinar allá sobre las naciones por mil años” .

-Cantan: “Reinaremos sobre la tierra” . ¿Cuándo? Durante los mil años programados por Dios para antes del “poco de tiempo” y la Segunda Venida de su Hijo. ¿Tienen que retornar a la tierra para reinar? ¡De modo alguno! ¿No reinan Dios y Cristo sobre la iglesia y las naciones desde sus tronos en el cielo? Pues, ¡otro tanto pueden hacer los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos!

-Aclaración: reinan mil años desde el cielo, juntamente con Cristo, pero no “con vara de hierro” , pues la “vara de hierro” no es para el Milenio , tiempo pacífico para la iglesia cuando las naciones aseguran libertad religiosa, sino para el tiempo de la Segunda Venida de Cristo cuando el “Rey de reyes y Señor de señores” , apoyado por sus “ejércitos celestiales” , quebrantará y desmenuzará a las gentes incorregibles (Apocalipsis 19:11-21; 2:26-28; Salmo 2:7-9). La exposición detallada sobre este tema se encuentra la Sección I de este Capítulo Once.

 

Resumen conciso.

      Las escenas tan emocionantes que describen los capítulos cuatro, cinco y siete de Apocalipsis colocan a los santos redimidos de Cristo en la presencia de Dios . No están en la tierra. Ya triunfaron sobre la carne, muriendo en Cristo. Librados de sus cuerpos físicos y, por ende, de “la gran tribulación” , se encuentran en el cielo. No volverán al planeta Tierra para tomar, de nuevo, sus cuerpos de carne y sangre.

Notas adicionales sobre la identidad de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. ¿Representan a los mártires resucitados?

      Las evidencias indican que los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes simbolizan, en el lenguaje retórico de las revelaciones apocalípticas, a los santos redimidos que fueron muertos a causa del evangelio , es decir, representan a los MÁRTIRES . Tengamos presente que aquellos seres son, tal cual se identifican a sí mismos, de entre los seres humanos redimidos .

-Son ellos, en particular, los veinticuatro ancianos, los que tienen tronos y coronas. Observamos que los cuatro seres vivientes también están “junto al trono, y alrededor del trono” (Apocalipsis 4:6). Tanto estos como aquellos son quienes pronuncian las palabras reinaremos sobre la tierra” . Referente a “reinar”, Apocalipsis 20:4 nos enseña que los mártires “vivieron y reinaron con Cristo mil años” . En el mismo versículo el apóstol Juan dice: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar” . Las semejanzas de estos textos nos llevan a pensar que los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos representan a cristianos que se encuentran entre los mártires resucitados en la primera resurrección . Consideremos:

a)  Los veinticuatro ancianos reciben tronos y coronas en el cielo, reinando desde allá.

b)  Los mártires son resucitados, suben a la presencia de Dios y reinan mil años.

c)  Deducción: los veinticuatro ancianos representan a los mártires.

Y, de nuevo:

a)  Los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos son “reyes y sacerdotes” (5:10).

b)  Los mártires son “sacerdotes” y “reinarán” (20:6).

c)  Deducción: los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos representan a los mártires.

 

“Los cuatro seres vivientes”: ¿criaturas muy extrañas?

      Al intentar visualizarlos literalmente, de acuerdo con los rasgos destacados en Apocalipsis 4:6-8, pues la imagen que resulta es de criaturas sumamente extrañas. En verdad, no hace falta ni intentarlo por la razón de que ya sabemos que no se trata de una rara especie de seres fantásticos que solo exista en el cielo sino de ¡seres humanos redimidos que fueron muertos por el evangelio, luego resucitaron y subieron a la presencia del Cordero donde reciben honores y privilegios extraordinarios! Informados de su verdadera identidad, razonamos que aquellos “rasgos extraños” han de interpretarse simbólicamente . ¿Qué le parece la siguiente explicación breve?

1.  “Llenos de ojos delante y detrás.” “Y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos” (4:6, 8). Apunta el Señor: La lámpara del cuerpo es el ojo ; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz… no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso” (Lucas 11:34-36). ¡Muchos ojos; mucha luz, esplendorosa luminosidad en todo el ser, cero tinieblas! Asimismo es la condición de los santos resucitados. Escribe el apóstol Pablo: “Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento , para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos” (Efesios 1:17-18). ¡Muchos ojos significan perfecto entendimiento de los misterios de Dios, de “las riquezas de su gloria” ! ¿ ”Delante y detrás” ? ¡Que contemplan, con amplio entendimiento, tanto el futuro como el pasado! ¿ ”Alrededor y por dentro” ? ¡Que miran, captan y entienden todo lo que está pasando en derredor suyo! ¡Que contemplan su propio ser interior, entendiendo su naturaleza y discerniendo sus pensamientos, intenciones, criterio, poder, etcétera! ¿No es esta la verdadera condición admirable de los santos resucitados?

2.  “El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando” (4:7). Es decir, cada uno de los cuatro representa a distintos atributos de los cristianos que permanecen fieles hasta la muerte, resistiendo, soportando, luchando, triunfando, aun sacrificando, de ser necesario, la vida misma sobre el altar del martirio. O, quizás, a cuatro categorías de cristianos victoriosos hasta el fin, cada categoría manifestando en grado sumo el atributo que más lo identifica, sin carecer de otros esenciales para vencer: (a) el valor del león, (b) la humildad del becerro, (c) la inteligencia de hombre, (d) la majestad, velocidad y resistencia del águila volando.

3.  “Tenían cada uno seis alas.” No dos, ni cuatro ¡sino seis! A lo mejor, ¡largas y blancas! Para servir con presteza a Dios. Como prendas elegantes que adornan su nuevo cuerpo espiritual e inmortal. ¡Ah! Y ¡para ser “iguales a los ángeles” ! “Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección” (Lucas 20:36). He aquí también el significado de “vivientes” : ¡ ”no pueden ya más morir” ! “La segunda muerte no tiene potestad sobre ” ellos. ¡Son “seres vivientes” ! Vivirán eternamente; no morirán.

4.  Estos “cuatro seres vivientes” están “junto al trono, y alrededor de Dios” (4:6). O sea, aparecen solo “cuatro” ; sin embargo, “junto… y alrededor” de la impresión de “muchos”. Quizás acertemos al pensar que los cuatro representen a muchos seres humanos redimidos, resucitados y glorificados que están “junto… y alrededor” del gran trono de Dios en el cielo.

 

Apocalipsis 15:1-8 corrobora y amplía.

      La escena y las acciones del drama celestial que se realiza ante nuestros ojos en este texto armonizan, maravillosamente, con lo que ya presenciamos, corroborando nuestra interpretación.

1.  Vemos “un mar de vidrio” , tal como en Apocalipsis 4:6, añadiéndose el detalle: “mezclado con fuego” (Apocalipsis 15:2).

2.  Los seres que se presentan son “los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio” (Apocalipsis 15:2). O sea, ¡son los mismos “que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” ! (Apocalipsis 7:14). Exactamente, los mismos, y ¡en el mismo lugar! Están en el cielo, en la presencia de Dios, “sobre el mar de vidrio” , con los ángeles, ¡participando desde allá en los juicios y el reinado del Cordero! Fíjese: “Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos. Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder” (Apocalipsis 15:7-8). Estas “siete copas de la ira de Dios” (Apocalipsis 16:1) son “las siete plagas postreras” (Apocalipsis 15:1). “Postreras” , o sea, ¡últimas! Son las últimas “porque en ellas se” consuma “la ira de Dios” (Apocalipsis 15:1). Ya está para consumarse “el misterio de Dios” (Apocalipsis 10:7), y allí en el cielo todavía se encuentran los cuatro seres vivientes, juntamente con los demás “que habían alcanzado victoria” (Apocalipsis 15:2). ¡No han bajado, de nuevo, al planeta Tierra! ¡No volvieron a resucitar en la tierra para reinar, en cuerpos de carne y sangre, mil años literales! ¡Siguen en el cielo!

 

Apocalipsis 19:4

      “Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!” (Reina Valera, 1960)

-Esta versión (traducción) de Apocalipsis 19:4 coloca a los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes “en tierra” . Pero, la frase “en tierra” ¡no aparece en el griego original! El vocablo griego para “tierra” en Apocalipsis 20:11 es “ gh ” (“ga”), y la variación en Apocalipsis 21:1 es “ ghn ” (“gan”). ¡Este vocablo griego no se halla en Apocalipsis 19:4! La Nueva Versión Internacional de la Sociedad Bíblica Internacional traduce Apocalipsis 19:4 como sigue: “Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y dijeron: ¡Amén, Aleluya!” No se inserta “en tierra” , y con toda razón, pues no hay tal frase en el original. Consultamos a la versión “King James” en inglés, comprobando, efectivamente, que el equivalente de “en tierra” (“on the earth”) no figura en la traducción. (El ingles lee: “And the four and twenty elders and the four beasts fell down and worshipped God that sat on the throne, saying, A-men; Alleluia” .)

-Al analizar el contexto de Apocalipsis 19:4, desde Apocalipsis 19:1 hasta Apocalipsis 19:10, observamos que “en tierra” no armoniza con la escena de esta visión particular. Tal como en Apocalipsis 5:11 y Apocalipsis 7:9-17, asimismo en Apocalipsis 19:1-8, la gran multitud se encuentra “en el cielo” , donde también están los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes, conforme a Apocalipsis 4:4-10 y Apocalipsis 5:1-10. En los tres textos aquellos seres redimidos y glorificados adoran a Dios en su trono. No se postran en la tierra para adorar a Dios sentado en su trono en el cielo sino que se postran en su presencia allá en el cielo. Apocalipsis 19:4 se traduce correctamente “se postraron y adoraron a Dios” , entendiéndose por todas las circunstancias y el contexto de las palabras que se postraron en el cielo en presencia de Dios, y no en el planeta Tierra.

      Estimado estudiante de la Biblia, y particularmente, del libro de Apocalipsis, ¿le parecen razonables estas explicaciones de “Reinaremos en la tierra” , con todos los textos y asuntos relacionados? Deseamos fervientemente que las encuentre edificantes.

 


-Proceder al estudio: "Las arpas de Dios en el cielo".

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