Capítulo Ocho de este Comentario
“La gran ramera... gran ciudad”
Escandaloso drama convulsionado de una poderosa mujer inmoral, avara,
perseguidora, increíblemente cruel y hasta sangrienta, la que también pretende
gobernar al mundo entero y ser adorada por todos los seres humanos.
Capítulos 17 y 18 de Apocalipsis
“La gran ciudad" es "la gran ciudad"
perseguidora de la Roma pagana, en Italia.
Acto 7
Escena 5
La gran ramera ebria de la sangre de los santos
Instrumentos y procedimientos utilizados para
torturar y matar
a los que fueron denunciados como "herejes"
por la Iglesia
Católica Romana.
Diapositiva
La "Virgen de hierro"
La "Rueda", con fuego para los pies
Tortura por agua
Pinzas para sacar uñas de manos y
pies, también ojos,
y además, lastimar otros miembros del cuerpo físico
Instrumentos y procedimientos utilizados para torturar a los que fueron denunciados como "herejes" por la Iglesia Católica Romana.
La "Virgen de hierro"
La "Rueda", con fuego para los pies
Tortura por agua
Pinzas para sacar uñas de manos y pies, también ojos y además lastimar otros miembros del cuerpo físico.
La Santa Inquisición de la Iglesia Católica Romana operó durante unos siete siglos, o más, infligiendo indecible sufrimiento a grandes multitudes de seres humanos, muriendo millones de ellos -ahorcados, en hogueras, mediante garrotes, en mazmorras, descoyuntados, a espada, tirados por barrancos, en la "virgen de hierro", a consecuencia de la "santa trinidad", a latigazos, etcétera, etcétera.
La iglesia verdadera, la que sigue fielmente a Cristo, nunca ha torturado ni dado muerte a nadie.
Le animamos a leer todo el Capítulo Ocho, "La gran ramera... gran ciudad", para historias confirmativas, enfoques bíblicos y orientaciones espirituales más completas.
Próxima diapositiva sobre instrumentos de tortura
"Salid de ella, pueblo mío..."
Salid, sí, de la Iglesia Católica Romana, institución apóstata religiosa que concibió la Santa Inquisición, con sus torturas más que barbáricas, culpable de la matanza de millones de seres humanos que no aceptaban sus dogmas humanos.
Creer en el verdadero Cristo -pacífico, y no violento- arrepentirse de participar en una iglesia creada por eclesiásticos mundanos-seculares-políticos, y no por Dios, bautizarse por inmersión, "para perdón de los pecados" (Hechos 2:38), pues su bautismo a lo católico no es bautismo bíblico.
Tomando estos pasos, Jesucristo le añadirá a su iglesia, y no a una iglesia pentecostal, evangélica o protestante (Hechos 2:37-47).
Se encuentran estudios y mensajes sobre la iglesia concebida por Dios y establecida por Cristo en www.editoriallapaz.org/salon_preceptos2.htm.
Iglesia que jamás tortura a nadie, que no hace guerra carnal, que no se vale de armas carnales, que no se venga de ninguno que se oponga a ella.
"Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios..."
Sacerdote católico romano, ¿acaso nunca haya leído usted esta gloriosa norma del verdadero Reino de Dios?
17 diapositivas en un solo documento sobre la gran ramera-gran ciudad de Apocalipsis
Contenido completo del Capítulo Ocho
Apocalipsis: su relevancia para el siglo XXI. Su cumplimiento progresiva confirmada. Lista del contenido completo del comentario, incluso las imágenes
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