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Capítulo Ocho de este Comentario

 “La gran ramera... gran ciudad”

Escandaloso drama convulsionado de una poderosa mujer inmoral, avara,
perseguidora, increíblemente cruel y hasta sangrienta, la que también pretende
gobernar al mundo entero y ser adorada por todos los seres humanos.
 

 Capítulos 17 y 18 de Apocalipsis

“La gran ramera” es, “en sentido espiritual”,
“la gran ciudad” de la Roma pagana.

Diapositiva

 

 

A continuación, el "Texto"principal incluido en esta diapositiva.

“La gran ramera” es, “en sentido espiritual”, “la gran ciudad” de la Roma pagana.

Tiempo de la aplicación de esta visión a la Roma pagana: del 33 al 312 de la Era Cristiana.

Enfoque: el dominio espiritual-filosófico-moral de los gobernantes en Roma sobre “los reyes y moradores de la tierra”, y no su dominio político-secular-económico.

“En sentido espiritual”, la Roma pagana es “Sodoma-Egipto-Jerusalén-Babilonia”. La religión falsa reina mediante miles de dioses. El emperador es el pontifex máximus (sumo sacerdote).

1. “Los reyes y moradores de la tierra” fornican con “la gran ramera” romana pagana al adorar a sus dioses, incluso al emperador.

2. La mujer-ciudad se viste “de lino fino, púrpura escarlata, oro, perlas” (Apocalipsis 17:4; 18:16). Así se vestían los poderosos y ricos de la Roma pagana.

3. Su “cáliz de oro”: “lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación” moral y espiritual. Lleno de sus orgías, cultos pervertidos, blasfemias, vanas filosofías, orgullo, juegos sangrientos, matanzas, avaricia. Catorce gráficos integrados en esta Presentación: dioses, diosas, emperadores, senado romano, orgía, mapa del Imperio Romano.

 

A.  Muchas profecías sobre "la gran ciudad", que es, "en sentido espiritual", "Babilonia la Grande", Sodoma, Egipto y Jerusalén, ya se cumplieron, efectuándose, efectivamente, una parte de "la sentencia contra la gran ramera", sinónima esta mujer corrupta de aquella ciudad inicua. Faltan las de su destrucción definitiva y final.

B. El cumplimiento comprobado de estas profecías evidencia, indisputablemente, la inspiración divina del libro de Apocalipsis. Cumplidas, pues, estas profecías sobre "la gran ciudad" - "la gran ramera", ¿con qué justificación dudar del cumplimiento de las demás profecías de este libro, y del resto del Nuevo
Testamento? Recuerde: "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" (Apocalipsis 19:10). No fallando sus profecías, su "testimonio" acerca de su Padre celestial, el designio de este para la humanidad y el universo material, el fin de la creación material, el fin del tiempo mismo, su Segunda Venida en gloria, triunfo y juicio, el destino tanto de los justos como de los malos y desobedientes a su Evangelio, ha de tomarse muy en serio. ¿Lo está tomando muy en serio usted?

C. "Tomar en serio" el "testimonio de Jesús" significa no solo estudiar "profecías" sino aprender y obedecer al "evangelio de nuestra salvación". Bondadosa y amorosamente, Dios ofrece salvación a todos, queriendo "que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1 Timoteo 2:3-4). De hecho, según 1 Pedro 1:22, la purificación del alma se alcanza "por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu...". Desde luego, lo que infunde a la verdad el poder de librar y salvar es "la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha" (1 Pedro 1:18-20). Las condiciones para salvación establecidas en esta poderosa "verdad" se destacan en la Gran Comisión emitida por Jesucristo, a saber: "El que creyere y fuera bautizado será salvo..." (Marcos 16:15-16). De manera que el bautismo (inmersión en agua) Cristo lo declara esencial para salvación. Y esto lo confirma el Espíritu Santo mismo en el día de Pentecostés, al proclamar, por medio del apóstol Pedro y los demás apóstoles: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38). El que esto hace es añadido por Cristo mismo a la iglesia que él mismo edificó (Hechos 2:47; Mateo 16:16-18), y no a cualquier iglesia. Aclarando un poco más, es añadido a la iglesia que se rige por el Nuevo Testamento sellado con la sangre del Cordero mismo (Mateo 26:27-28). Respetuosamente, le animamos a obedecer, de no haberlo hecho ya, este evangelio puro, perseverando en él hasta el fin de sus días para que se salve eternamente.

Para estudios más completos sobre el "Plan divino de salvación" y "La iglesia edificada por Cristo conforme al modelo de Dios", recomendamos los temas básicos en la Página "El evangelio de nuestra salvación".

Para conocer a la iglesia de Cristo más cercana a su residencia, consultar al "Directorio de congregaciones", o contactarnos.

 


 

El contenido completo del Capítuo Ocho de este Comentario

Apocalipsis: su relevancia para el siglo XXI. Su cumplimiento progresiva confirmada. Lista del contenido completo del comentario, incluso las imágenes

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